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Dido (Robin Johannsen) |
La primera ópera conocida de
Christoph Graupner,
Dido, Königin von Carthago (Dido,
reina de Cartago), es la tercera
producción operística que se presenta este verano en Innsbruck
en el marco de las Semanas Festivas de
Música Antigua ( Innsbrucker Festwochen der Alten Musik).
Esta ópera, estrenada en 1707 en la Ópera
de Hamburgo, en Gänsemarkt,
fue redescubierta recientemente en versión de concierto. En abril de
2010 se grabó en la Konzerthaus de
Berlín una interpretación de la
Orquesta Barroca Elbipolis
dirigida por Florian Heyerick.
En febrero de 2024, la orquesta barroca La
Cetra, dirigida por Andrea
Marcon, interpretó una versión de
concierto en Ámsterdam y
Basilea,
antes de recalar en la capital tirolesa este verano.
La gran novedad de esta
producción del Festival de Innsbruck
es que ofrece Dido, reina de Cartago
en versión escénica, algo que no
ocurría desde hace casi doscientos años. Para deleite de los
festivaleros, la puesta en escena ha sido confiada a la talentosa
Deda Christina Colonna,
especializada tanto en ópera de los siglos XVII y XVIII como en
danza renacentista y barroca. Cabe destacar que tanto el director de
orquesta como la regista,
ambos de origen italiano, hablan alemán con fluidez, lo que no es
poco si se tiene en cuenta que el libreto de Dido
es bilingüe: el libreto de Heinrich
Hinsch tiene el alemán como lengua
principal, pero de la treintena de arias que contiene trece están en
italiano. Esta combinación de alemán e italiano era habitual en
Hamburgo
en aquella época. Por su parte, los recitativos estaban todos
escritos en alemán, lo que facilitaba la comprensión de la acción
por el público.
El compositor
Christoph
Graupner (*13 de enero de 1683; † 10
de mayo de 1760) nació en Kirchberg,
Sajonia, en 1683 o 1684. Aprendió el
abc del lenguaje musical en la escuela pública y recibió algunas
lecciones de piano del organista Kuester.
Cuando este organista fue llamado a Reichenbach,
Graupner
le siguió y continuó trabajando allí bajo su dirección durante
dos años. A continuación ingresó en la Escuela
de Santo Tomás de Leipzig,
donde pasó nueve cursos enteros. Mientras estudiaba literatura y
derecho, Schell,
el kantor,
le hizo seguir estudiando clavicémbalo, y Kubnau
le enseñó composición. En 1706, la invasión sueca de Sajonia
obligó a Graupner
a huir a Hamburgo.
Cuando llegó a Hamburgo,
sólo tenía dos táleros (escudos prusiano-sajones).
Afortunadamente, el puesto de clavecinista acompañante en la
orquesta de la Ópera estaba vacante en ese momento debido a la
marcha de Johann Christian
Schieferdecker. Graupner
lo obtuvo, y los tres años que pasó
en este cargo fueron los más útiles para su formación musical, ya
que el teatro de Hamburgo
estaba entonces bajo la dirección del ilustre compositor Reinhard
Keyser. Este maestro se convirtió en
el modelo de Graupner,
y las obras que escribió posteriormente para la escena de Hamburgo
(Dido
en 1707, Hércules y Teseo, Antíoco
y Estratónice y Belerofonte
en 1708 y Sansón en
1709) seguían el estilo del famoso compositor hamburgués. La
angustia
le hizo tomar a Graupner la
decisión de alejarse de la ciudad. En 1710 le ofrecieron el puesto
de vicemaestro del landgrave de Darmstadt,
que aceptó. Diez años más tarde fue ascendido a primer maestro. En
1722, por recomendación de Georg
Philipp Telemann, Christoph
Graupner solicitó el puesto de
Thomaskantor en
Leipzig
(director artístico del coro de la iglesia de Santo
Tomás de Leipzig), pero bajo la
imperiosa presión de su empleador, el Landgrave
Ernst Ludwig von Hesse-Darmstadt, que
le ofreció aumentar su ya elevado salario, tuvo que negarse a ser
nombrado sucesor de Johann
Kuhnau. De
este modo, el que se convertiría en el Thomaskantor
más famoso, Johann Sebastian Bach,
pudo obtener el puesto. Graupner murió
en Darmstadt
el 10 de mayo de 1760, a la edad de 76 años. Toda su obra se
conserva en la biblioteca de la universidad de Darmstadt,
ya que no se cumplió el último deseo del compositor de que se
destruyeran todas sus composiciones. Compositor prolífico, además
de sus óperas escribió más de 1.400 cantatas, 112 sinfonías y 85
suites orquestales.
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Eneas (Jacob Lawrence) y Dido (Robin Johannsen) |
El libreto
La
historia de los amores entre Eneas, que huye de la destruida Troya
hacia Cartago,
y Dido, y el trágico final de la reina de Cartago,
ha inspirado a unos 90 compositores. La Didone
de
Cavalli, estrenada en Venecia
en 1641, popularizó el tema. En 1688 o
1689, Henry Purcell
compuso una versión particularmente dramática. En 1707, cuando se
celebraba el centenario del nacimiento de la ópera, Graupner
realizó una versión musical particularmente alegre e innovadora de
la historia de amor entre estos dos personajes, basada en un libreto
escrito con el objetivo declarado de excitar los sentidos del público
con una extraordinaria sucesión de números (122 en el libreto
original, que cuenta con no menos de 15 personajes principales).
Hinsch
había cubierto el núcleo dramático con tramas secundarias y
paralelas e introducido nuevos personajes con un considerable
potencial dramático y parejas en diferentes constelaciones
emocionales, aún más complejas por los ukases de las diosas y los
dioses y por la tiranía de Cupido sobre los sentimientos de los
protagonistas, todos ellos de ilustre cuna y alto linaje. Cabe
señalar que en la época barroca un lieto
fine, un final feliz, era parte
integrante de la dramaturgia de la acción. Por tanto, la ópera no
podía terminar con la muerte de Dido en escena. Heinrich
Hinsch escenifica el acceso de Ana a la
realeza y la paz ofrecida por Hiarbas a la nueva reina, unida en el
amor a Juba, príncipe de Tiro.
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Anna (Alicia Amo) y Dido (Robin Johannsen) |
Tragedia
dell'arte
Deda Christina
Colonna regresa a Innsbruck,
donde ya puso en escena en 2015 la Armide
de Lully.
Sucesivamente bailarina, actriz y coreógrafa, utiliza las múltiples
facetas de su trayectoria vital y profesional para instrumentar una
puesta en escena históricamente informada en sus métodos,
estructura, estilo interpretativo y uso de la maquinaria, que ha
hecho las delicias de los amantes de la ópera barroca. De acuerdo
con el director de orquesta Andrea
Marcon, que calificó su colaboración
de idílica, Deda Christina Colonna
ha acortado algunas escenas y suprimido un personaje secundario sin
afectar a la estructura de la trama. Señala que estas supresiones
responden a las necesidades del público moderno, ahora congelado en
el tiempo por la invención de la «cuarta pared» (consistente en el
público inmerso en la oscuridad, inmóvil y silencioso), que ha
disminuido enormemente, si no borrado, la comunicación entre el
público y el escenario en comparación con las prácticas de los
siglos XVII y XVIII.
La
escenografía de Domenico Franchi
refleja una de las principales características de la ópera barroca
al crear efectos asombros con medios sencillos. Toda la zona de
bastidores está ocupada por un gran tabique dorado que recuerda a un
shoji, la
tradicional puerta corredera japonesa con su elegante rejilla de
ebanistería utilizada en las casas para separar espacios. Las
grandes puertas se abren en diferentes momentos, y el tabique también
puede abrirse en el centro sobre un fondo de un color uniformemente
cambiante, a veces rojo, a veces azul intenso. El sencillo mobiliario
escénico, también dorado y ribeteado con volutas, representa el
trono de Dido así como el altar de sacrificios de Mitra bajo el
árbol sagrado. Las complejas subtramas del libreto nos llevan dentro
y fuera del palacio, a través de una red de habitaciones, a la
orilla del mar, al puerto y a los templos. Todos estos lugares están
esbozados simplemente por el decorado. Los dei
ex machina descienden de la pasarela.
Una cabeza monumental que yace sobre el escenario evoca a la diosa
Venus. Dido aparece encaramada a un elefante dorado. Oro por todas
partes, y de nuevo para recordar la grandeza, el poder y la opulencia
de Cartago,
como subraya el prefacio del libreto de Hinsch:
«La ciudad de Cartago,
como Babilonia,
tenía 360 estadios dentro de su perímetro, razón por la cual es
llamada por Suidas
la ciudad más grande y poderosa del mundo, y por Solino,
después de Roma,
la segunda ciudad más bella de la tierra».
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Dido (Robin Johannsen) |
El
suntuoso vestuario, de una elegancia sencilla y refinada, también
fue diseñado por Domenico Franchi.
Evoca a los poderosos hombres de la antigüedad ataviados con sedosas
túnicas o togas en las que predomina el oro, con combinaciones de
colores que caracterizan a los personajes: dorado para Dido, mezclado
con marrón para Ana, blanco ribeteado de oro para Eneas y Achates,
dorado y púrpura para Hiarbas, dorado y verde para el príncipe
Juba. Un gran collar recuerda que Menalippe es una princesa egipcia.
Como tocados se utilizan coronas de follaje dorado, cascos y
turbantes. Los figurantes que sirven a los altos personajes o cambian
el decorado van todos vestidos de blanco.
Los colores
del decorado, del mobiliario e incluso del vestuario: todo el montaje
gira en torno al personaje de Dido, y todo está hecho para
representar las múltiples facetas de este personaje caleidoscópico
y ciclónico que nos arrastra en la vorágine de sus emociones, a lo
que contribuyen también los cambios de decorado, sobre todo a medida
que se acerca su muerte, señalada por la mayor velocidad de estos
cambios. En comparación con la intensidad y el poder de Dido, Eneas
parece muy débil y carente de sustancia; no es más que un personaje
colateral que no controla el curso de los acontecimientos de su vida,
sino que es manipulado por las divinidades.
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José Antonio Lopez (Juba), Jone Martinez (Menalippe), Andreas Wolf (Hiarbas), Alicia Amo (Anna) |
El
trabajo visual y coreográfico de Deda
Christina Colonna es espectacular. Al
principio está la palabra del libreto, y con ella la palabra toma
forma y se hace carne. Deda Christina
Colonna hace de las palabras y la
música la sustancia de la que brota el gesto, que adorna con las
bellezas del teatro antiguo. Entiende la interpretación de los
actores como una respuesta física a los estímulos contenidos en el
texto, y está atenta a la relación que los cantantes mantienen con
el espacio. La mímica, los gestos y la cercanía o lejanía de los
personajes se trabajan de forma diferente cuando los personajes
evolucionan en la intimidad de su esfera privada o cuando actúan en
la vida oficial. Esto se ve claramente en la relación entre las dos
hermanas, Dido y Anna, que interactúan de forma diferente cuando
están solas, en su sororidad, que cuando están en presencia de
otros personajes. Los conjuntos, cuartetos y sextetos están
magníficamente coreografiados. La combinación de tonalidades en el
vestuario y la belleza hierática de los movimientos resultan de gran
efecto.
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Jone Martinez (Juno), Robin Johannsen (Dido) |
Música y
canto
La orquesta La
Cetra (Cetra Barockorchester Basel),
dirigida por Andrea Marcon,
visitó el escenario tirolés hace dos años con el Vespro
veneziano. Vuelve a Innsbruck
para esta producción de Dido,
que, al igual que la puesta en escena, interpreta de manera
históricamente informada y con un gran sentido de la teatralidad. La
introducción instrumental comienza con un trueno que anuncia desde
el principio la cólera de Juno. Andrea
Marcon domina admirablemente los tempi
de la música, que se acoplan íntimamente al texto del libreto y a
la expresión de los estados emocionales y los impulsos de los
protagonistas. La armonía entre el foso y el escenario fue evidente.
Los timbales pedidos por Dido y la trompa están en su mejor momento
en esta ópera, con ocasionales toques humorísticos como la perfecta
imitación por parte del trompista de los repetidos barritos que
anuncian la llegada a escena del elefante montado por la reina de
Cartago.
La dirección de Andrea Marcon
es inspirada, celebra la inventiva musical de Graupner
y saca a relucir todas las facetas de esta joya barroca demasiado
tiempo olvidada, en perfecto equilibrio con los cantantes y el
excelente conjunto vocal tirolés NovoCanto,
de vuelta para su tercera temporada en el Festival
de Innsbruck.
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José Antonio Lopez (Juba) |
El
reparto es de buen nivel y, en el caso de varios cantantes, incluido
el papel titular, afortunadamente se ha perfeccionado en conciertos
en Amsterdam y
Basilea. La soprano estadounidense
Robin Johannsen,
que interpreta a Dido, es bien conocida por el público. Ya ha
participado en cinco producciones del festival tirolés. Su papel,
lleno de emociones complejas y trampas, requiere una gran
resistencia. Cautiva con su chispeante voz de soprano y su dicción
alemana. La soprano española Jone
Martínez debutó de forma notable en
Innsbruck en
el doble papel de Juno y Menalippe. Primera dea
ex machina de la velada, aporta vigor a
la cólera de la diosa, pero es sobre todo su Menalippe la que
encanta con la ornamentación de su canto lírico y el virtuosismo
flexible de su coloratura. La soprano catalana Alicia
Amo interpreta también un doble papel,
ofreciendo una Anna y una Venus muy seductoras, bien merecedoras de
la coronación final de su personaje. Comienza cantando las alabanzas
de Cupido («Nume alato, arcier bendato»), imitando el rápido batir
de alas del dios del amor, una escena dotada de ligera comicidad. Al
tenor Jacob Lawrence
le faltó amplitud dramática en el papel de Eneas. El bajo-barítono
alemán Andreas Wolf
nos regaló un Hiarbas sólido y bien interpretado. El barítono
español José Antonio López,
recién llegado de sus éxitos en Viena
y Bruselas,
aportó a Juba, el Príncipe de Tiro, el calor oscuro de su voz
potente y bien proyectada y la impresionante presencia escénica de
su estatura. También hay que destacar la excepcional belleza de los
conjuntos, especialmente el cuarteto de Hiarbas, Menalippe, Juba y
Anna que abre el segundo acto: comienza con un aria en alemán a
cuatro voces, pasa a pasajes a solo y dúo que se van construyendo
para terminar con una larga aria en italiano a cuatro voces. Una
maravilla de la composición.
El
público estaba encantado de descubrir esta ópera en escena en esta
nueva producción, tan bien realizada. La carismática Deda
Christina Colonna
y su equipo fueron recibidos con un atronador aplauso. Ella se había
vestido para la ocasión con un deslumbrante conjunto de seda a modo
de sari creado para la ocasión según el estilo del vestuario de la
obra. Un último gesto barroco para cerrar una velada que había
ofrecido tanto.
Reparto
para el 25 de agosto de 2024
Robin
Johannsen | Soprano Dido | Reina de Cartago
Andreas Wolf |
Bajo-barítono Hiarbas | Rey de Numidia
Alicia Amo | Soprano Ana |
Hermana de Dido y Venus | Diosa del amor
Jacob Lawrence | Tenor
Eneas | Príncipe de los troyanos
José Antonio López | Barítono
Juba | Príncipe de Tiro
Jone Martínez | Soprano Menalippe |
Princesa de Egipto y Juno | Diosa protectora de la ciudad de
Cartago
Jorge Franco | Tenor Achatès | Amigo de Eneas
Derek
Antoine Harrison | Tenor Disacles | Sacerdote de Mitra y Mercurio |
Mensajero de Venus
Simon Unterhofer | Bajo Elgabal | Mago
Matthias Kofler | Bajo Bomilcar | Un noble
Andrea Marcon
| Dirección musical
Deda Christina Colonna | dirección escénica
Domenico Franchi Escenografía y vestuario
Cesare Agoni
Iluminación
NovoCanto Coro
Orquesta Barroca La Cetra
Crédito
de la foto @ Birgit Gufler
Referencias
El
resumen biográfico está tomado de la Biographie
universelle des musiciens,
de François
Joseph Fétis,
1837-1844. Ver también el excelente programa, todos cuyos artículos
son fascinantes e inspiradores.